Fuente: http://bit.ly/1lPfaRt
Es común escuchar que
el pan engorda. Aunque esta afirmación está cambiando durante los últimos años,
existe un gran desconocimiento acerca de esta materia y de sus beneficios para
la salud.
El pan, en una
cantidad moderada de energía, aporta diferentes nutrientes, entre los que
destacan los hidratos de carbono complejos. También aporta fibra, cierta
cantidad de proteínas, muy pocos lípidos, e importantes minerales y vitaminas,
esenciales en el correcto funcionamiento de nuestro organismo.
Con el objetivo de informar y guiar a los consumidores
y a los profesionales de la comunicación, la campaña Pan Cada Día, presenta ‘Mitos
y realidades’: una recopilación de informaciones científicas sobre las
controvertidas creencias acerca del pan y sus efectos positivos para la salud.
Diversos estudios ponen
de manifiesto que el consumo de pan no es el responsable del aumento
de peso y que no contribuye ni al sobrepeso ni a la obesidad. Incluso en
algunos casos se ha observado que los hábitos alimentarios y los parámetros
antropométricos mejoran en las personas que consumen pan respecto a aquéllas
que no lo hacen.
En concreto, el estudio “Influencia del consumo de pan en el estado ponderal: revisión
sistemática”, realizado por el doctor Lluis Serra Majem y la doctora
Inmaculada Bautista Castaño, del Grupo de Investigación en Nutrición de la
Universidad de Las Palmas de Gran Canaria, concluye que una dieta rica en pan,
especialmente en el caso del pan integral, favorece una disminución del peso,
de la circunferencia de cintura y del índice de masa corporal.
De esta manera, el
pan ayuda a que nuestra dieta sea correcta y equilibrada, ya que su aporte
calórico es moderado y su contenido en grasa es muy bajo, por lo que no está
justificada cualquier afirmación que relacione a este alimento con el aumento
de peso.
En este mismo sentido, el estudio “Hábitos alimentarios, ingesta de energía y nutrientes y
padecimiento de sobrepeso/obesidad en escolares españoles. Diferencias en
función de su consumo de pan” realizado por la doctora Rosa María
Ortega, catedrática de Nutrición de la Universidad Complutense de Madrid, puso
de manifiesto que el porcentaje de niños con sobrepeso/obesidad era inferior en
los escolares que consumían más pan. Igualmente, los niños con un mayor consumo
de pan tenían dietas más adecuadas y unos mejores resultados en los parámetros
sanguíneos. Los resultados de este trabajo mostraron que el grupo que
siguió la dieta con pan mejoró significativamente su perfil calórico y se
aproximó más a las recomendaciones nutricionales estipuladas por los expertos,
reduciendo el aporte de grasas y aumentando el de hidratos de carbono, por lo
que los investigadores concluyeron que la exclusión del pan en la dieta
repercute de forma negativa en el perfil calórico de la dieta.
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