LA QUINUA
Su sabor recuerda bastante al del arroz
integral, aunque su textura es mucho más fina, parecida al sémola.
Fue el alimento básico de los Incas
durante miles de años hasta la llegada de los conquistadores, que sustituyeron
su cultivo por el de maíz y patatas. Hoy día vuelve a cultivarse en los Andes,
en Inglaterra y algunas de sus variedades, en diversos países.
La quinua ("Chenopodium quinoa Willd") no es propiamente un cereal aunque forme granos o semillas, es una planta anual de hojas anchas perteneciente a la familia de las quenopodiáceas, a la que también pertenecen la remolacha, las espinacas y las acelgas. Además de las semillas, también se aprovechan las hojas cocinadas como verdura fresca.
Siembra y cosecha
La siembra se realiza entre
septiembre y diciembre, la misma época en que era realizada por los antiguos
incas y se cosecha entre los meses de abril y junio.
Algunas de sus características
Es un alimento de fácil digestión y se puede hacer
germinar en poco tiempo. Su sabor recuerda bastante al del arroz integral,
aunque su textura es mucho más fina recordando al cuscus. Su larga conservación
se debe a la presencia de una saponina que protege el grano del ataque de
parásitos o insectos, que sólo desaparece al lavarse con abundante agua.
Valor nutritivo
Es rica en hidratos de carbono, proteínas de alto valor
biológico que contienen todos los aminoácidos esenciales, grasas insaturadas,
minerales y vitaminas. Además aporta fibra y no contiene gluten, por lo que
pueden tomarlo las personas que tienen celiaquía o intolerancia al gluten,
salvo cuando se mezcla con harina de trigo para hacerla panificable (pan de
quinoa).
Principales componentes de las semillas:
341 calorías por 100 g, proteínas de alta calidad (14%), hidratos de carbono
(60%), gomas (4%), grasas (5% ), fibra (7%), minerales (calcio, fósoforo,
hierro, magnesio) y vitaminas (C, E, B1, B2 y niacina).
Cocción del grano: se cocina igual que el arroz, es decir, tres medidas de agua
por una de quinoa, sin olvidar que hay que lavarla bien con agua antes de
cocerla, con el fin de eliminar la saponina que es incomestible. Lo mejor es
poner el agua sola a hervir y cuando arranca el hervor, añadir la quinoa, bajar
el fuego al mínimo y tapar la cacerola, dejando transcurrir un tiempo de entre
12 y 15 minutos. Es preferible añadir la sal cuando ya está acabada la cocción.
Otro método que mejora su sabor consiste en tostar la quinoa en una sartén con
aceite removiendo constantemente y una vez dorada, cocerla como se indicado
anteriormente. De este modo adquirirá un sabor que recuerda al de las nueces.
Principales indicaciones: afecciones catarrales e infección de las vías urinarias
(por su aporte de nutrientes, los cuales inciden positivamente en nuestro
sistema de defensas) y como alimento en dietas vegetarianas, para aportar
proteínas de alta calidad.
Presentación: podemos encontrar la quinoa comercializada en grano,
mueslis, copos, harinas, tortas, etc.
Tomado
de: http://www.consumer.es/web/es/alimentacion/aprender_a_comer_bien/alimentacion_alternativa/2002/02/19/38263.php
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